Para los buscadores consta de 4 días y 4 noches, en un espacio en la naturaleza, entrando en el silencio que todo lo incluye, sin agua ni alimento, evitando distracciones que nos alejen de nuestro propósito.

Para los apoyos consta de unos días y noches en campamento comunitario, recreando la antigua vida de nuestros pueblos, facilitando espacio y energía para un buen proceso de “siembra” y de ofrenda y diluir el peso de la historia individual – humana.

Desde el campamento, todos con el mismo propósito de acompañar a las personas que están en la montaña compartiremos cada día prácticas tradicionales que nos llevarán a profundizar en el arte de vivir. Tales como cantos al amanecer y atardecer, ejercicios de saludo y despedida del Sol y Temazcales diarios. Realizaremos las ceremonias de las etapas de la vida tal como nos las transmitió la Abuela Margarita y haremos círculos de estudio de la rueda de medicina. Tendremos un espacio para el juego en la naturaleza con los niñ@s, círculos de cantos, celebración y cuidado del fuego; meditaciones y ceremonias con la intención clara de apoyar a quienes permanecen “sembrados” en la montaña, los “Buscadores”. Todo con el calor de la cocina de la búsqueda que nos nutre y une en comunidad.

Así entonces durante varios días y noches, buscadores y apoyos cuidaremos del FUEGO COLECTIVO, un fuego que nos une en las artes tradicionales diarias, nos ilumina y calienta en la noche con cálida palabra, nos invita a la contemplación, al canto, al gozo, al rezo por y para la memoria de los pueblos.